Vitamina D: Deficiencia

*Investigación propia, en ningún caso publicaríamos investigaciones de nuestros alumnos

La vitamina D, también conocida como la vitamina del sol, se diferencia considerablemente de otras como la vitamina b12, vitamina K, vitamina e y c, ya que en muchas ocasiones es más difícil de ingerir la vitamina d en alimentos, e incluso, a pesar de que esta vitamina puede obtenerse con luz natural, con frecuencia nuestra exposición al sol no es la necesaria para obtener los requerimientos básicos.

Vitamina D: Déficit

La prevalencia de deficiencia de vitamina D es común en la población aparentemente sana y en todos los rangos de edad. Un estudio realizado en 365 bebés y niños pequeños de 8-24 meses⁸⁹ encontró que el 40% tenía niveles menores a 30 ng/ml y un 85% estaba por debajo de 40 ng/ml. Lo mismo se ha demostrado en adolescentes sanos⁹⁰ y en personas mayores⁹¹. Al igual ocurre con adultos sanos, muchos de ellos atletas tienen la vitamina d baja⁹². Y es que a pesar de que la actividad física se considera como factor favorable para la obtención de vitamina D, muchos atletas realizan sus entrenamientos en espacios cerrados, como ocurría con un grupo de gimnastas con el 77% de deficiencia por debajo de 35 ng/ml⁹³.

Exposición solar

En una revisión sistemática con metaanálisis en la que se incluyó 23 artículos con 2313 atletas del Reino Unido, Irlanda, España, Francia, EE. UU., Australia y Países del Medio Oriente mostraron una deficiencia del 56% por debajo de 32 ng/mL⁹⁴. Lógicamente, considerando la exposición solar como fuente principal de vitamina D (por encima de la alimentación) la posición de un territorio respecto al ecuador, la contaminación, las estaciones del año o las horas del día determinarán las posibilidades de que una persona pueda obtener vitamina D del sol, al igual que son influyentes algunas características individuales como la edad y la pigmentación de la piel además del uso de protección solar.

Aumentar niveles de vitamina D

Por tanto, además de estas características que pueden ser no evitables y desfavorables, existen posibilidades de elección personal que pueden aumentar los niveles de vitamina D pero que en muchas ocasiones no se cumplen, como ocurría en el caso de atletas de Qatar que a pesar de tener un ambiente más que favorable, realizaban sus entrenamientos sin exposición al sol y el 90% tenía deficiencias incluso en verano⁹⁵. Es por ello que la exposición al sol se considera factor más importante que la propia latitud de un territorio, siendo un factor independiente, entendiendo que no siempre la población que vive en territorios favorables obtienen el nivel suficiente debido a que evitan su exposición.

¿Importante para la salud?

La relación entre el nivel de vitamina D y la salud ha crecido en los últimos años y algunos asocian la deficiencia con incluso un riesgo del 26% más de mortalidad en comparación con personas que cumplen los niveles establecidos⁹⁶. La vitamina D tiene gran importancia en la capacidad para evitar fracturas por estrés, dolor músculo esquelético crónico, infecciones del tracto respiratorio y enfermedades crónicas⁹⁷. Está involucrada en procesos corporales esenciales tales como la señalización de la respuesta/expresión génica, la síntesis de proteínas y hormonas, la respuesta inmune e inflamatoria o la renovación y síntesis celular²⁸. También se relaciona con enfermedades inflamatorias y cáncer intestinal, cólon, artritis, diabetes y enfermedades cardiovasculares²⁸.

Fuerza y vitamina D

Al igual que otros estudios han concluido que la baja concentración de vitamina D está relacionada con menor fuerza muscular, menor equilibrio, mayor número de caídas y más discapacidad tanto en hombres como en mujeres mayores. Y es que se ha demostrado que la deficiencia de vitamina D está relacionada con efectos catabólicos en el tejido muscular, debilidad muscular y disminución del número y tamaño de las fibras musculares tipo II²⁹. Factores nutricionales como el calcio y la vitamina D son importantes para el metabolismo óseo y pueden mejorar la densidad mineral ósea³³.

Personas mayores y vitamina D

En población anciana, Gerdhem et. al.⁹⁸ han evaluado, basándose en la población de mujeres ancianas, la asociación entre los niveles de vitamina D y las variables asociadas a caídas, incluidas la fuerza muscular. Las tasas de fractura se asociaron con niveles más bajos de actividad física, velocidad de marcha y equilibrio, además de que los niveles de menos de 20 ng/ml se asociaron con un mayor riesgo de fracturas.

Por tanto, la mayoría de los datos de la literatura actual coinciden en que la deficiencia de vitamina D conduce a miopatía, disminución de la masa muscular y la fuerza, bajo rendimiento de ejercicio y mayor riesgo de caídas⁹⁹, mientras que los niveles más altos de vitamina D se han asociado con un mejor equilibrio, una menor fragilidad y discapacidad¹⁰⁰.

Deficiencia de vitamina D

También se ha detectado que la deficiencia guarda relación con el sistema nervioso central y periférico³⁰ e incluso con una disminución de la función cognitiva³¹. En un estudio se examinó la relación entre la vitamina D y la función cognitiva en individuos sanos y de edad avanzada, observando un aumento del 26% en la escala de MoCA cuando la concentración sérica vitamina D era baja. Estos hallazgos sugieren que un nivel bajo de vitamina D pueden estar asociados con disfunción cognitiva en una variedad de dominios. Además, la literatura existente ha demostrado que la vitamina D tiene efectos importantes en la salud cerebral.

La vitamina D desempeña un papel neuroprotector mediante la regulación de la homeostasis del calcio¹⁰² y con efectos de protección contra los mecanismos neurodegenerativos asociados con la enfermedad de Alzheimer¹⁰³. Además, la deficiencia de vitamina D también se ha relacionado con cambios cerebrales como la disminución del volumen cerebral¹⁰⁴.

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